Crónicas oficinescas: Emergencia

(Publicado en Épale CCS número 178). ******** Parque Central. Viernes 10 am. Ainhoa tiene fiebre otra vez. Salimos. En el pasillo siempre es una carrera a ver quién llega primero. Esta vez, Ainhoa me pide que caminemos lento. La cargo para que pise el botón del ascensor. La bajo. Se recuesta de la pared y me paro al lado de ella. Le acaricio la cabeza con la mano izquierda. Llega el ascensor. Un muchacho de veintitantos años va de salida, bloqueándome la entrada. Lleva unos papeles en la mano. También lleva puesto demasiado perfume. De inmediato me dice que el…

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El día que el Pilín León fue nuestro

Maracay, 21 de diciembre de 2002. ¡Hola! Buenos días. Dios los bendiga. ¿Cómo amanecieron todos? Por aquí amanecimos bien, mejor de lo que esperaba, y digo esto porque anoche en casa de la madre me comí un pedazo de pan de jamón, un pedazo de panetón, unas pacitas y un trago de ponche crema, y luego me sentí muy mal del estómago. Llegué y me acosté de inmediato. Cuando Meres llamó, ya yo estaba durmiendo, aunque hablé con ella porque Sur me pasó el teléfono. Bueno, gracias a dios amanecí bien, aparte de mis dolores ya familiares en los brazos…

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Brevísima autobiografía para lectores acomplejados

Yo lo que soy es un tipo que escribe. No tengo vocación de ministro. La revolución que estamos haciendo es una que me permite escribirlo sin que me cueste el cargo. Es que nunca se ha tratado de cargos ni de títulos. Se trata de responsabilidad. De hacernos responsables de nuestros actos, de nosotros mismos. Uno de los pecados originales del antichavismo consiste en desconocer que el chavismo tiene su origen en un acto de responsabilidad. El antichavismo está hecho de esa materia que hace a los incapaces de comprender que alguien se haga responsable de un acto de rebelión.…

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Sesenta y nueve

Aquí estoy. Aún no me perdono haberme saltado tu sesenta y ocho. Es cierto que estaba exhausto, pagando la novatada, pero eso no es excusa. Duré varios días molesto conmigo mismo, por mi falta de consecuencia. Tenía que decírtelo. Disculparme contigo. César Augusto entró en la recta final. Este diciembre se gradúa. Estamos todos muy felices. Tiene novia. La invitó a comer a la casa, lo que quiere decir que la cosa va en serio. En estos días me contó que piensa entregarle su piano a Sandra Mikele. Pero eso es entre nos. Sandra Mikele no lo sabe. César Augusto…

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Las cosas más sencillas

En este año cuarto de tu partida, un año duro, muy duro, de grandes gestas y tribulaciones, prefiero contarte de las cosas más sencillas. Contarte de este sentimiento inédito: el que inspira la hija de trece años cruzando el umbral, de vuelta del liceo, con su sonrisa azul y su cabeza llena de historias. Contarte de la arrebatadora alegría de la hija de un año, de su mano sobre mi cara, su dedito dentro de mi ojo, su vocecita de libélula, cada mañana. Contarte cómo me quedo sin aliento de tanto aliento que me dan. Que nada lo supera. Que…

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Último día de escuela

Sandra Mikele, ese personaje imposible, la niña de carne y hueso que me arranca un suspiro cada mañana desde hace doce años, ocho meses y seis días, terminó hoy la escuela. Torpe, como solemos ser los padres cuando perdemos el contacto con el hogar, le había pedido que me acompañara en un viaje de trabajo. Me explicó que no podía. ¿Cómo se iba a perder su último día de sexto grado? Doblemente torpe, le pedí que nos tomáramos una foto a la puerta de la escuela. Me miró casi con espanto. Tanto sentimiento poco disimulado le producía vergüenza. Yo la…

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Acompañar a Chávez: el día después

La noche del 5 de marzo transcurrió en calma. No una calma tensa, como la que antecede a las grandes conflagraciones, sino «simplemente calma», como supo precisar mi hermano. Una calma lenta, insomne, dolorosa.  La misma que percibimos cuando salimos, en familia, a la calle este miércoles de despedida. La calma posterior al desenlace. Eran las 12:05 de la tarde y el sol golpeaba fuerte. Caminando en dirección al Metro nos fuimos haciendo parte de algo más grande. Abordamos el tren rumbo a Teatros. Ya en nuestro destino, nos resultó imposible acceder a la Avenida Lecuna: la multitud agolpada en…

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Innumerablemente

Doce más doce más doce a mí no me dice nada. Demasiado misticismo para mi gusto. El único número que me dice algo es: tres. Ya son tres años. Seguramente a ti te diga algo veintisiete, que son los días de Ainhoa Michel. Michel en honor a Louise, la de la Comuna. Ainhoa porque nos gustó. Quizá te diga algo cuatro, que son los días que han pasado desde que tu única hija se unió en sagrado matrimonio con Elio José, que así lo mientan. Te mentiría si te dijera que no sentimos una felicidad inmensa cuando vimos consumado aquello,…

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A mi equipo, en sus cincuenta años

(Brevísimo texto que aparece publicado hoy en Ciudad CCS, y que escribí a solicitud del pana guairista Ildegar Gil. Salud). ******** No se apoya a un equipo porque sea el mejor, sino porque juega bien, por eso no caben las burlas contra los fanáticos de otros equipos, especialmente cuando han sido derrotados. Nada duele más que el propio equipo humillado en el terreno, víctima de sus errores o de la superioridad de su adversario. Entonces, es cuando corresponde acompañar. Es muy sencillo apoyar en la victoria. Se requiere mucho coraje, mucha dignidad, para aguantarse nueve innings de pesadilla, de paliza…

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