El beisbol como una obra de arte

Doce años tenía la penúltima vez que vi a mi equipo coronarse como campeón de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Muchísimas veces, durante la plenitud de mi vida adulta, hice planes sobre lo que haría el día que repitiéramos la hazaña. Me imaginé cantando y bailando con la Samba y confraternizando con jugadores y fanáticos hasta el amanecer, en Caracas o en el lugar que dictara el destino. Durante todos estos años no dejé de ir al estadio ninguna temporada, ni siquiera cuando el equipo era el vergonzoso remedo de los viejos buenos tiempos. Con mi viejo, incontables veces.…

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Cuando parte un gigante como Maradona

La tarde del 25 de noviembre, cuando nos enteramos en casa de la muerte del Diego, una brisa fría recorrió todos los rincones, muy similar a aquella levísima ráfaga de viento que, aquella otra tarde del 5 de marzo de 2013, apagó la vela que teníamos encendida en la cocina, segundos antes de escuchar la noticia sobre la muerte de Chávez. En aquella ocasión nos abrazamos, lloramos, y nos prometimos ser fuertes. Sabíamos que lo que venía no sería fácil. La tarde de este miércoles no salíamos de nuestra incredulidad. La noticia nos agarró de sorpresa, con la guardia baja.…

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Los héroes de carne y hueso del beisbol profesional venezolano

I. Más allá de los dueños de equipos, de los directivos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), de los patrocinantes públicos o privados, de la prensa especializada, de las televisoras, de los técnicos, incluso más allá de los propios jugadores, el beisbol profesional venezolano se debe a su público. Imaginemos por un momento el extremo de una Liga sin dueños, directivos, patrocinantes, prensa escrita, circuitos radiales, televisoras, técnicos: si hay jugadores y público, seguiría habiendo beisbol venezolano. Cualquiera podría objetar, con razón: sin jugadores no habría público. ¿Pero acaso es concebible la idea de jugadores sin público? Por…

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Crónicas oficinescas: Caimaneando

La última vez que jugué sofbol con los muchachos de Caravana (con algunos pocos de ellos) fue la mañana del 23 de diciembre de 2015. Jugar sofbol significaba escaparse, literalmente, de la rutina oficinesca que estropea los sentidos hasta al más pintado, pero también someter el cuerpo a los rigores de un ejercicio físico del todo impropios para un ser humano sedentario y, para colmo, obeso. Jesús había logrado cuadrar con Pedro, que nos prestó el estadio de Mampote, y allá nos llegamos alrededor de las diez de la mañana. Era un día frío. Incluso nos bañó una muy leve…

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El juego a esta hora

Tal parece que la metimos entre dos, allá, por el rincón, y es difícil saber si es doble, triple o jonrón de piernas. Allá va el hombre, corriendo, mientras en los barrios de Caracas comienza la celebración. Por la avenida ya circulan los motorizados y a lo lejos se oyen los primeros cohetes. Como es costumbre, los del equipo contrario comienzan a gritar ¡trampa!, que son muy malos perdedores, y amenazan con invadir el terreno de juego. Ya hay algunos conatos de violencia. Quieren tángana. Mientras tanto, el hombre corre y corre, cruza segunda, rumbo a tercera, y todavía no…

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A mi equipo, en sus cincuenta años

(Brevísimo texto que aparece publicado hoy en Ciudad CCS, y que escribí a solicitud del pana guairista Ildegar Gil. Salud). ******** No se apoya a un equipo porque sea el mejor, sino porque juega bien, por eso no caben las burlas contra los fanáticos de otros equipos, especialmente cuando han sido derrotados. Nada duele más que el propio equipo humillado en el terreno, víctima de sus errores o de la superioridad de su adversario. Entonces, es cuando corresponde acompañar. Es muy sencillo apoyar en la victoria. Se requiere mucho coraje, mucha dignidad, para aguantarse nueve innings de pesadilla, de paliza…

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Guillén: ¿cuántas veces vas a pedir perdón?

Qué tristeza me da Oswaldo Guillén. No por lo que dijo. Que diga lo que quiera. De Fidel. De Nicaragua. De Perú. Que reniegue de Chávez. Lo ha hecho antes, sin consecuencia alguna. Está en su derecho. Lo triste es cómo y ante quiénes se humilla esta vez. ¿Cuántas veces tiene que pedir perdón? Lo hizo en Cincinnati, luego en Filadelfia. Lo hizo una y otra vez durante la rueda de prensa de hoy en Miami (¿alguien habrá llevado la cuenta?). Lo hizo «con el corazón en la mano», lo hizo «de rodillas». Seguramente volverá a hacerlo mañana. Lo hará…

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Samba pa ti

Bajo una gigantesca bandera roja y azul de La Guaira, en plena celebración. Luz de los reflectores al fondo Llegué justo a tiempo para ver el jonrón de Eliézer Alfonzo en el octavo inning, que igualaba la pizarra entre Caribes y Magallanes, en el primer juego de la doble jornada. Los fanáticos de La Guaira sentados en los alrededores de la boca de acceso a la sección A6 estaban ligándole en su mayoría a Caribes, por lo que celebraron aquella tabla como si fuera propia. Sin embargo, el señor sentado a mi lado, guairista del pueblo de La Guaira, me…

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La mujer que me acompaña

Grégor Blanco anota la novena de La Guaira (la sexta de la entrada),  impulsado por César Suárez. Por: News Flash JC Agradezco a la diosa fortuna por la mujer que me acompaña, porque entiende y ama mi pasión por el beisbol. Ayer, en el cuarto inning, cuando se derrumbó el picheo de La Guaira, me derrumbé yo también. Me sentí derrotado como nunca en toda la semifinal. Sentí todo el peso del par de derrotas previas, de los veintiséis años sin ganar una final. Sentí el dolor de la eliminación inminente. Me sentí sin fuerzas. Casi deseé el batazo que…

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Hacer lo imposible

Después de todo, yo lo que soy es un comentarista deportivo. ¿Sobre qué puedo escribir un día como hoy, si respiro y exudo beisbol? Algún día de diciembre, al término de un juego en el Universitario, llamé a Rommel para contarle que lo que acababa de presenciar daba para pensar que los Tiburones de La Guaira podían ser campeones esta temporada. Estuvo de acuerdo. No recuerdo las circunstancias. Pero sé que aquella confesión y, más allá, aquel gesto fraterno y cómplice, no fueron el resultado de la impresión que dejó en nosotros un descomunal despliegue de bateo, una joya de…

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