La persona que todavía no alcance a entender lo que sucede en la Venezuela después de Chávez, debe comenzar por saber que las contiendas electorales dejaron de ser lo que lamentablemente siguen siendo en la mayoría de las democracias del mundo: un mero trámite que le permite a quienes ejercen el poder económico disputarse el control del poder político, ofertando variaciones de un mismo programa, que ni de chiste se plantea poner en entredicho el capitalismo.
Ya desde 1998, años antes de que Chávez hablara por primera vez de socialismo, son dos proyectos históricos los que antagonizan en cada contienda: el popular, bolivariano y revolucionario, y el que convoca a las fuerzas históricamente asociadas a la oligarquía, a los amos del valle, privilegios y prejuicios de raza y clase a cuestas. Chavismo y antichavismo, en resumidas cuentas.
Este 8D, ambos proyectos históricos volvieron a enfrentarse. Como es de esperarse, la oligarquía venezolana, y más concretamente la burguesía comercial importadora, que ahora mismo dirige a la clase política antichavista, ducha en estos menesteres, disimula con relativo éxito la verdadera naturaleza del conflicto, haciendo particular énfasis en la desideologización del debate público.
De un tiempo a esta parte, ha invertido la mayor parte de su devaluado capital político en la estrategia de desgaste, que busca colocar en el centro de la diatriba pública el tema de la ineficiencia gubernamental, sumado a llamados al diálogo y a la reconciliación, entre otras tácticas (entre las que se cuenta la apropiación y resignificación de ideas-fuerza del chavismo).
Durante los últimos meses, el antichavismo se animó a llevar esta estrategia de desgaste hasta sus últimas consecuencias: con un chavismo con la guardia baja por la convalecencia de su líder, y luego triste por su desaparición física, se fue a la guerra económica.
Tiene razón el presidente Maduro cuando afirma que el antichavismo no hizo campaña electoral, sino guerra. Y sabotaje. La primera para desmovilizar a la base social del chavismo, presa de la impotencia. El segundo (como el apagón eléctrico del lunes 2 de diciembre), para recordarle a su base social por qué hay que derrotar al chavismo «ineficiente».
Sólo en este contexto era posible concebir el 8D como un acontecimiento plebiscitario. Plebiscitario en el sentido de que el chavismo (y esto es expresión de la genialidad política de Chávez) es una fuerza que ha logrado prevalecer porque ha sido capaz de construir hegemonía popular y democrática, y la ha construido en buena medida porque tiene la vocación de someter permanentemente su proyecto histórico a la consulta de toda la sociedad.
Animado por los severos estragos que la guerra económica ha causado en la población, el antichavismo asumió el 8D como un plebiscito, pero en sentido notablemente distinto al anterior: igualmente entusiasmado por los resultados del 14A (tan solo 223 mil 599 votos de diferencia a favor de Maduro), se planteó superar al chavismo en votos totales. El cálculo era claro: debilitada la figura del presidente Maduro, en evidencia la dificultad del chavismo para construir un liderazgo político después de Chávez, la mesa estaba servida para decretar la acelerada descomposición del «régimen».
Ya sabemos que el antichavismo ha salido con las tablas en la cabeza: según el primer boletín del Consejo Nacional Electoral, el chavismo no sólo ha cuadruplicado al antichavismo en número de alcaldías, ganando en la mayoría de las capitales de estado, sino que le ha sacado una ventaja de casi 700 mil votos.
Es mucho lo que debe analizarse, por supuesto. Debe indagarse en las razones de la derrota de las fuerzas revolucionarias en ciudades claves. Debemos evaluar el papel desempeñado por el presidente Maduro durante estos ocho intensos meses: cómo ha venido convirtiéndose en el líder político de un movimiento que muchos, en muchas partes, ya daban por derrotado. Debemos releer detenidamente su discurso ante la Asamblea Nacional, el pasado 8 de octubre, y sacar las conclusiones a que hubiere lugar. Debemos analizar el impacto de la ofensiva económica, es decir, la apuesta por repolarizar en el campo económico, poniendo en el centro del debate público la necesidad de antagonizar con la burguesía. Igualmente, debemos ponderar el impacto que puede tener una política tan audaz como la Gran Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor, con todo lo que ella implica en cuanto a «concentración de fuego» en el territorio, al mejor estilo chavista.
Pero hay un aspecto adicional que, a mi juicio, debemos evitar que pase desapercibido. El 8D no sólo ha sido derrotada la idea antichavista de plebiscito. También ha sido derrotada la conseja según la cual el antichavismo debía salir a votar en masa para derrotar a la Comuna, una figura monstruosa, aberrante, contraria a la Constitución y las leyes, que pretendería sustituir a las alcaldías y, en último término, poner de rodillas a la mismísima democracia. Ha sido derrotado el miedo a la Comuna.
El argumento, falaz si es que puede llamarse argumento, apenas tomó vuelo durante la campaña (o la guerra), pero se asomó con insistencia durante los últimos días, en la Asamblea Nacional (a propósito de los debates para aprobar el Plan de la Patria como Ley de la República) y en algunos medios antichavistas.
Más curioso aún, la prensa antichavista la enfila hoy, 9 de diciembre, contra la Comuna. Quien no los conozca que los compre: si no supiéramos de los antecedentes de El Nacional, El Universal y El Mundo, podría pensarse que es pura casualidad esta singular lectura que hacen hoy del asunto. Basta con los títulos de las respectivas notas: «Comunas restarán Bs. 2,9 millardos del presupuesto de las alcaldías» (El Nacional, Economía y Negocios, 11); «Economía comunal minimizará las competencias de las alcaldías» (El Universal, Economía, 1-12); «Alcaldías obligadas a convivir con el poder comunal» (El Mundo, 4).
Si nos guiáramos por la línea editorial de la prensa antichavista, cualquier podría pensar que, victorioso el chavismo el 8D, las grandes perdedoras habrían sido las alcaldías. Porque, siempre según la prensa antichavista, las Comunas «restarán» o «minimizarán» el poder de las alcaldías o éstas se verán «obligadas» a coexistir con aquellas. Nótese cómo, al plantear el antichavismo este falso dilema entre Comunas y alcaldías, el pueblo organizado no aparece nunca. En el caso de El Universal, por ejemplo, no se trata de competencias que serán transferidas al pueblo organizado, sino de competencias que les serían arrebatadas a las alcaldías.
La realidad es otra: después del 8D, las Comunas son más fuertes porque hemos triunfado en la gran mayoría de los municipios. Tal es la manera correcta de plantear el asunto. De hecho, si hay alguna Comuna amenazada es porque allí gobiernan, desde antes o a partir del 8D, las fuerzas contrarias a la revolución.
En líneas generales, el panorama es alentador: antes de la Jornada Nacional de Registro de Comunas (24 de noviembre) existían 264 Comunas registradas, esparcidas en 106 municipios (31,6%). En la víspera del 8D, la cifra había ascendido a 473 Comunas registradas, en 168 municipios, el 50,15% del territorio nacional.
En el momento en que escribo, el Consejo Nacional Electoral ha oficializado los resultados en 158 de estos municipios. El cuadro es el siguiente: el chavismo ha triunfado en 127 municipios en donde existen Comunas, es decir, en un 80,4% de los casos. En esos 127 municipios están ubicadas 386 de las Comunas registradas, el 81,6%. Abrumadora mayoría.
Las 87 Comunas registradas restantes están asentadas en 31 municipios en los que el chavismo fue derrotado. Pero hay un dato muy interesante: 38 de esas Comunas (43,7%), casi la mitad, están ubicadas en parroquias donde triunfó la revolución. Así, por ejemplo, en Lara, todas las 16 Comunas en el municipio Iribarren están en parroquias donde venció el chavismo, incluyendo 6 de ellas en la parroquia Juan de Villegas, importante bastión popular. En Barinas, municipio Barinas, todas las 3 Comunas están en parroquias donde ganó el chavismo. En Carabobo, municipio Valencia, las únicas 2 Comunas están en parroquias donde venció la revolución. En Miranda, municipio Sucre, 3 Comunas están en parroquias de mayoría chavista. En Zulia, la única Comuna registrada en el municipio Maracaibo está en la parroquia Idelfonso Vásquez, donde ganó el chavismo.
Después del 8D, y contra todo pronóstico, soplan vientos a favor de las fuerzas revolucionarias. No es poca cosa, siendo éste el año que ha sido: el más difícil por el que ha atravesado la revolución bolivariana.
Que terminemos este año con perspectivas ciertas de ir fortaleciendo cada vez más el autogobierno popular, a través de las Comunas, y en plena ofensiva contra la burguesía parasitaria, es una buena manera de hacerle honor al comandante Chávez. Un hombre de carne y hueso que honró con su vida el compromiso con todo un pueblo.
mas alla de las comunas , ya no esta Chavez, pero el gobierno siguio las instrucciones q el dejo, por eso el resultado y las estrategia fueron buenos, ahora toca sacar a los traidores para que se los lleve la alcantarilla del tiempo, ir para los sectores donde se perdió junto con las comunas y la juventud a ganar esos espacios avanzamos bien , pero todavia falta hasta la victoria siempre
Excelente artículo. Excelente análisis
Gracias a dios. Gracias a nuestro comandante chavez en Venezuela la conciencia de lo bueno se ha ido fortaleciendo vamos dando ejemplo de lo que significa construir un mundo para vivir todos en paz, amor y prosperidad. Un mundo con igualdad de condiciones. gracias bravo pueblo venezolano vanguardia del mundo. sigamos dando la lucha seguros estamos de la victoria
Excelente análisis! Es importante resaltar algunos puntos para el fortalecimiento y consolidación de la comuna;
-En cuanto a las municipalidades donde triunfa nuestros candidatos del proceso, es necesario crear las condiciones mas favorables para la profundización y participación activa de los colectivos (Poder Popular Organizado) en la creación de comunas, ya que, muchas veces los burgomaestres ven «amenazados sus espacios de influencia».
-Crear compromiso solidario y Revolucionario entre las primeras autoridades municipales (alcalde y concejales electos) y el Poder Popular Organizado, para que dirijan políticas y leyes (ordenanzas Municipales), pero junto al Parlamento Comunal acorde a la nueva realidad. En esos se contemplaría: El Plan de Ordenación Urbanística (POU) y Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL), esto enmarcado dentro del Plan de la Patria y el Plan Nacional de Ordenación Territorial.
Y Como lo decía Nuestro Siempre Eterno Comandante «La Comuna es la Patria Nueva»
¡QUE VIVA LA COMUNA!
Reinaldo, quisiera saber cual es el plan del ministerio para apoyar a las comunas existentes en municipios opositores. Justamente estas son las mas heroicas por confrontar a diario la discriminación, estigmatizacion y los continuos abusos de la burocracia municipal, en especial sus policias y activistas de base.
Otro dato, que va a pasar con las salas de batalla social? Y cuales son las verdaderas cifras de registro y adecuacion de consejos comunales. Segun los datos del censo que usted alude existen 45.000 consejos comunales, se requieren al menos 4 para conformar una sala de batalla, que a su vez al avanzar en su trabajo puede asumir el proceso de comuna en construccion. En Chacao, uno de los municipio fortines de la oposición en el pais, existe una sala de batalla. Desde el 2011 denunciaban que el ministerio estaba adecuando los ‘consejos comunales’ opositores que habian malversado fondos anteriormente. Mirando el censo comunal de septiembre se encuentra uno con que desde el 2008 habian 20 consejos comunales registrados. El ministerio efectivamente ya había adecuado 12 consejos comunales en el municipio, solo dos de estos eran chavistas y hacian vida en la sala de batalla social que enfrentaba una dura oposicion de la alcaldia. Es decir, que 10 habian sido adecuados en contra de lo que dicta la ley. Sin embargo, esta sala de batalla venia organizando 2 barrioadentro, un CDI, sostenian jornadas integrales cada dos semanas, mejoraban 500 viviendas con el Barrio Nuevo tricolor y estaban construyendo 600 viviendas para la Comuna Socialista 22 de Enero. Pero alli el chavismo ‘perdió’ las elecciones.
Para ellos si existe una distincion fundamental entre comuna o nada, o entre comuna o municipio. Es decir la lectura que usted hace de las comunas es verdaderamente sorprendente. Las despolitiza y las convierte en entidades territoriales a la manera de las comunas chilenas o colombianas. Muy distantes de lo que Mészáros inspiro a Chavez. Por lo anterior sinceramente le encarezco una respuesta a la pregunta que Chavez hacia en el golpe de timón: «Donde están las comunas?» Cree usted responderle con datos estadísticos?, de uso exclusivo pues nosotros de afuera de su despacho no los podemos consultar. Y si realmente las ha podido ver así como Chavez se las imaginaba seria fenomenal podérselas refregar en la cara a propios y extraños, con mapas y coordenadas, y con historias y archivos de sus logros. Porque cada comuna es un acto de heroismo, no solo de las que ahora están regocijandose en las mieles de esta victoria electoral.
Luego de la Guerra Federal, la dinamica política contemporánea colocan en los escenarios electorales, la contradicción histórica de dos modelos societales. Cada contienda electoral desde la llegada del comandante Chávez lleva esa marca, expresion de la lucha de clases que nos configura. El chavismo representa el bloque histórico insurgente que trastoca el status quo de la burguesía, esa clase parasitaria que no soporta la redistribusion de la renta petrolera enfilada a la inclusion de los históricamente invisibilizados e invisibilizadas. Este desplazamiento político lleva a la clase dominante a acciones, que nunca antes tuvieron necesidad de hacer, conspirar por todas las vias posibles (en lo político, en lo económico, en lo militar (mercenarismo, via paramilitarismo, via lumpismo) en lo comunicacional y fundamentalmente en lo simbólico. De allí que estar alerta y actuar en todos los escenarios es vital para avanzar en esta construcción revolucionaria que define nuestra terquedad.
Reblogueó esto en Un lugar en el mundo.
Excelente precisión de logros electorales asociados a la esencia de nuestro proyecto de Patria Socialista y Bolivariana como lo es la Participación y Organización del Pueblo en el ejercicio del Gobierno Comunal. Esta organización y participación protagónica es indispensable para avanzar sólidamente en la construcción de la sociedad democrática, de Derecho y de Justicia. Este resultado asociado a la existencia de Comunas registradas, me lleva nuevamente Compatriota Ministro, a plantearle que se inicie a partir de ahora una rigurosa revisión de la forma como se está desarrollando el proceso de conformación de Comunas en el País y más específicamente en el estado Bolívar; de hecho debe revisarse la gestión de las Responsables del Estado por el Ministerio y por Fundacomunal. En ocasiones se observan intereses individuales de algunos Funcionarios y Funcionarias que soslaya la preeminencia del Poder Popular sobre el Poder Constituido, pretendiendo implantar políticas cooptativas en los Voceros y Voceras a favor de intereses distintos a la Revolución, los cuales desvirtúan los procedimientos y procesos organizativos y de gestión establecidos en la legislación del Poder Popular vigente. Propongo que esa revisión se haga en el terreno y con los Actores Sociales y de base de la Institución, es decir con Voceros y Voceras y Promotores, a fin de conocer con mayor precisión cuáles son las debilidades, amenazas y fortalezas de los Equipos Regionales y Municipales en el Estado. Consideramos que así como el Presidente Obrero Nicólas Maduro asumió una política radical contra la corrupción y contra la guerra económica, debemos enfilar nuestras baterías y fuerzas políticas y sociales en favor de la activación efectiva de los Revolucionarios en los Consejos Comunales y Comunas sin ceder espacio a la oposición burguesa que ganó espacios en algunos municipios y parroquias del estado Bolívar. Proponemos la realización de Foros – Conversatorios, u otros escenarios para avaluar lo logrado hasta ahora y para elaborar las propuestas a desarrollar a objeto de concretar las metas establecidas en el Plan de la Patria. Otro elemento a considerar sería la definición de políticas de comunicación del Poder Popular con niveles superiores de Gobierno, tal como lo hizo nuestro Comandante Supremo quien siempre mantuvo una comunicación muy estrecha con los Voceros y Voceras del Poder Popular, bajando lineamientos de manera directa tanto a Funcionario como a las Organizaciones Sociales. Ideas son muchas Compatriota, mantenemos la lucha y el trabajo comunal. Confiamos en su gestión y esperamos su llamado para fortalecer la lucha y constrtuir Patria!!!