Exactamente a las 2 de la mañana de este lunes 27 de septiembre, la Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, comenzó a ofrecer los resultados prelimares de las elecciones parlamentarias. Con una participación global del 66,45%, el chavismo ha alcanzado 95 diputados, la oposición 64, quedando 6 cargos en disputa. Aún no están disponibles las cifras oficiales globales de la votación para cada fuerza política, a menos que se tomen como tales los datos (que es necesario verificar) referidos al Parlatino: 5 millones 222 mil 354 del PSUV contra 5 millones 54 mil 114 de la MUD (una diferencia de 168 mil 240 votos).
Despejada la duda sobre los resultados electorales, descartados el peor escenario (victoria opositora) y la mayoría absoluta del PSUV (dos tercios o 110 de un total de 165 diputados), lo primero que hay que decir es que el objetivo principal se alcanzó: el chavismo se mantiene como la fuerza política mayoritaria del país (con el 57,5%, hasta ahora, de la nueva Asamblea Nacional).
Esta situación le permite asumir con mayor holgura y capacidad de maniobra el siguiente objetivo: repolarizar la sociedad venezolana. Mucho especularon los voceros opositores sobre la necesidad de «derrotar» al chavismo, impidiendo que alcanzara los dos tercios de la Asamblea Nacional, porque esto implicaría la «radicalización» del proceso venezolano. El problema es que en el discurso opositor, como lo sabemos de sobra, esta «radicalización» significa la consolidación de un sistema «totalitario» y «comunista», que cercana las libertades políticas del pueblo venezolano. Tocará a las fuerzas opositoras evaluar la pertinencia y sobre todo las falencias de un discurso que le ha impedido, una y otra vez, granjearse el apoyo de las mayorías. Cantarán victoria, sin lugar a dudas, pero la procesión va por dentro (un proceso incipiente de recomposición de su clase política). Pero éste es un asunto que no nos compete. Dicho sea de paso: el peor error que puede cometer la vocería oficial del chavismo es enfrascarse en una polémica estéril con la partidocracia, intentando «demostrarle» que no ha vencido. Lo otro es evitar el triunfalismo acrítico, que en estas circunstancias es el peor de los consejeros.
Repolarizar significa precisamente esto: avanzar en el proceso de radicalización democrática de la sociedad venezolana. Sí, radicalización democrática. Ésta implica recuperar y afinar «los mecanismos de interpelación mutua entre Chávez y la base social del chavismo, buena parte de la cual está hastiada de la cortedad de miras estratégica del chavismo oficial, que insiste en comportarse como minoría«. Implica recuperar lo que hizo grandioso al chavismo: si éste «significó la progresiva politización del pueblo venezolano, fue porque hizo visible a los invisibles y dio voz a los que nunca la tuvieron«. Significa, de igual forma, una lucha sin cuartel contra «burócratas, corruptos, dirigentes mediocres, oportunistas, estalinistas«, ninguno de los cuales «es hegemónico en el chavismo. Su existencia está lejos de ser aceptada de manera cómplice o resignada por el resto, y en cambio es fuente permanente de malestar y conflicto«. Significa, también, saber leer los signos, donde los hubiere, de «hastío por la política» en las bases sociales del chavismo.
Entre otras cosas (puesto que la definición de una agenda tendrá que ser obra colectiva), lo anterior implica revisar la relación entre el partido/maquinaria y la amplia base social del chavismo, que están lejos de significar lo mismo. Allí donde el partido está alienado del chavismo popular, mal puede pensarse que funciona como «vanguardia». Ejemplos sobran de luchas, dinámicas y formas de organización popular en peligro de ser cooptadas (o cooptadas ya, con el saldo de la desmovilización popular) por el partido. Implica también un amplísimo debate sobre la necesidad de relanzar el objetivo de crear una nueva institucionalidad (derrotando al Estado burgués), lo que pasa por reducir la distancia que media entre el socialismo en tanto que horizonte estratégico, y las formas de gobierno propiamente socialistas. Esto quiere decir que es necesario preguntarse: ¿qué significa gobernar socialistamente? ¿Qué distingue a un gobierno socialista (en la práctica, en el cómo del gobierno) de las formas de la vieja partidocracia y los métodos de la burguesía parasitaria? Esto es: en lugar de la «gestionalización» de la política, «repolitización» de la gestión, subrayando, por supuesto que sí, su carácter de clase. Educación, salud y alimentación seguirán siendo las principales áreas donde será posible continuar ensayando la construcción de esta nueva institucionalidad, defendiendo los logros obtenidos pero sopesando y corrigiendo las fallas.
Un dato en particular, y ya habrá tiempo de analizarlo con mayor detenimiento, refuerza la hipótesis de la necesidad de la repolarización: la derrota aplastante de las fuerzas políticas (y en particular del PPT) que hicieron de la «despolarización» la bandera de su campaña.
El propósito de este análisis preliminar, que puede resultar incómodo para algunos, no es hacer leña del árbol caído. A menos que, efectivamente, los haya quienes se asuman caídos, derrotados o en desventaja e intenten ocultar su derrota con discursos triunfalistas. Tanto el triunfalismo como el derrotismo son pasiones tristes, y lo que está en juego es algo muy serio como para encarar las nuevas circunstancias de manera vacilante o con ínfulas de superioridad. Sobreestimar la propia fuerza es la vía más fácil para perderla. Quien la subestima, está perdido de antemano.
Considero que el escenario que se abre a partir de los resultados del 26-S hace absolutamente pertinentes todas estas reflexiones e interrogantes (entre otras). Por eso, estoy convencido de que la revolución bolivariana ha sido la gran vencedora. Es tiempo de deliberación, de revisión, de invención. Es el tiempo de las oportunidades: de la posibilidad infinita de imprimirle mayor vitalidad y fortaleza a un proceso que, doce años después, aún es capaz de alcanzar una «sólida victoria«, lo suficiente como para avanzar en la creación de las condiciones que hagan posible su radicalización democrática. Son tiempos de revitalización política. Bienvenidos sean.
Buen análisis… Aquí, los analistas intentan disfrazar a estos resultados como una victoria opositora, presentándola como un avance respecto la elección de 2005.
Esta bién bueno este artículo para provocar una discusión necesaria, pues parte de las premisas del espejismo-gerrymandering a la hora de anali-ar porcentajes.La delimitación de las cricunscripciones o circuitos de una manera acomodaticia se denomina en Ciencia Políticagerrymandering. En 1812, el gobernador de Massachusetts, Elbridge Gerry, aprobó una ley porla que se arrogaba la competencia para redibujar los distritos electorales de su estado,escogiendo el adecuado porcentaje de electores para asegurar que determinados candidatos desu partido ganaran la elección. Lo que no puede ocultar este sistema, es que lo que decide son los votos, y allí es que hay que meter la lupa, no en los cargos conquistados, que generan una ilusión de victoria, cuando se confirma la tesis de que la mayoria simple se lo lleva todo.Seria conveniente que el amigo reinaldo consultara la página http://www.cne.gob.ve/divulgacion_parlamentarias_2010/index.php?e=11&m=00&p=00&c=00&t=00&ca=00&v=02, y anali-ará las diferencias reales de votos en cada circunscripcion y en cada estado. Y asi finalmente dibujara el mapa de votos totales del país, y las vetnajas abolutas y porcentuales.Mi conclusión preliminar es la siguiente: Estamos bastante mal si comparamos con los ultimos procesos electorales del chavismo: 2006=7.309.080, 2007= 4.379.932, 2008= 5.611.140, 2009= 6.310.482. Estamos parados en un escenario de votos totales que se mueve entre la fallida reforma constitucional y las elecciones regionales del 2008.No se ha despejado ninguna duda, pues el peor escenario para un proceso de flujo revolucionario es precisamente no haber llegado a las 3/5 partes (99 puestos), por ahora, y no la tan cacareada victoria opositora por mayoria simple. Nadie se chupa el dedo a estas alturas. La mayoría calificada del PSUV (3/5 o 2/3, 99 o 110 de un total de 165 diputados) era el objetivo estrategico principal. NO caigamos en una suerte de opio para consolar tontos. Hay una victoria pirrica en demasiados circuitos (menos de 5 % de diferencia): ¿O no es así?.El chavismo se mantiene como la fuerza política con mayoria simple, y vive una verdadera arritmia electoral desde el 2006.Discrepo de su apreciación principal: Esta situación no le permite asumir con holgura suficiente ninguna política con audacia, y menos con temeridad, hasta que no se reencuentre con una precondición basica: reagrupar sus bases sociales de apoyo y los cuadros de diferentes formaciones políticas para una reconquista de la hegemonia popular-revolucionaria. Sin esta precondición, NO hay capacidad de maniobra para el siguiente objetivo: repolarizar la sociedad venezolana. Me parece una tesis sin fundamentos, si escapa a la consideración de una lógica hegemónica.NO son especulaciones, son realidades. Ha sido "derrotada" la intención de alcanzar la mayoría calificada. No hay consolidación del proceso revolucionario, con estos resultados, he allí el problema, si comprendemos las tareas de una agenda legislativa revolucionaria, la promulgaciones de leyes organicas, la designación de cargos decisivos en el cuadrante institucional del Poder Público Nacional, la posibilidad de entregar puestos en comisiones estrategicas, de volver al sabotaje parlamentario, etc.Las fuerzas opositoras estan en flujo electoral asecendente y continuo, y estan concretando su visión de una política de mayorías electorales. Estimado, la procesión va por dentro del campo revolucionario, y debemos ser honestos. El auto-engaño no es mejor consejero.La voluntad se construye con optimismo, pero no sub-estimemos fuer-as adversarias ni sobre-estimemos fuer-as propias.ES UNA CLARA SEÑAL DE ALERTA. HAY DESGASTE, ASOMENSE A LOS VOTOS, NO A LOS ESPEJISMOS (CARGOS).SALUDOS. Javier Biardeau R.
Jajajajajajajajajajajajajajaja
Hola, muy buenos tus posts y me alegro por la victoria. Te sigo desde el interior de Argentina. Un abrazo.
Muy interesante lo que escribes. Saludos desde Uruguay!
Excelente pensé estar leyendo algún artículo de algún viejo panfleto del Partído Socialista Unido de Alemania Oriental…Por allaaaaaaaaaa en la decada de los 70….Que pena tener que informarte que el Muro de Berlin cayó en 1989 y toda esta paja ya no tiene sentido…Solo en Venezuela que esta fuera de cualquier ciclo historico junto con Cuba y Corea del Norte y pendiente con Cuba que tengo información que esta cerca, muy cerca de llegar a un acuerdo con EEUU, adivina para que? para recibir desde el imperio: turista, productos y sobre todo $$$$$. Corea del Norte ni me interesa es un legado de las teorias del despotismo oriental; pero va ser interesante ver como quedan los venezolanos si Cuba se transa con EEUU.Por el amor de Dios!!! aterricen hablame de los Grundisse, no se dime algo que no sea tan panfleterico…. Ustedes si son aburridos y primitivos!!!!
Mi pana, ya van tres coñazos electorales cuyo análisis debe hacerse en paralelo a pesar de no ser consecutivos: la reforma, las regionales de alcaldes y gobernadores y las parlamentarias. La primera nos roba un intento de modernización del estado, la segunda le regala territorios clave y la alcaldía mayor al enemigo y la tercera nos quita la aplanadora legislativa necesaria para acelerar los cambios, entre otros los que no pudimos promover con la reforma.Javier va a los números, fríos guarismos que ponen en perspectiva toda la oratoria épica previa desplegada por el magno como catalizador de la movilización requerida. Dejarse atrapar por el espejismo de la motivación común creyéndola en efecto común a todos trae estas sorpresas, similares a las que se lleva quien pronostica resultados basado en imágenes de marchas: en ambos casos olvidamos que son percepciones subjetivas de lo que sentimos y vemos, y que hay otros que no están ni en esa onda ni en esas marchas… pero votan o dejan de hacerlo, que en este caso es peor.Yo tuve que cruzar tres estados con mi esposa parcialmente discapacitada para ir a votar, y eso sabiendo que nuestros candidatos no tenían chance frente a María Rodillas y a Cachuchapatrás en un circuito que vota escuálido al 85%. Fue una muestra de disciplina partidista para marcar territorio, abultar conteos y ser parte del esfuerzo colectivo para asegurar fuerza parlamentaria esperando que la inyección de frescura juvenil pudiera detener la adequización del proceso entre tantas monótonas demostraciones de lealtad al líder y de tantos candidatos sin ideas. Uno supone que al cerrícola petareño no le puede agradar ser representado por el pejota ese que le ganá a Amorín, olvidando que hace nada esos mismos cerros le abrieron las piernas a los efebos que mandan en Sucre y Miranda.¿Qué es lo que no logra venderse a ese electorado? Si fuera el líder bastaría con vender su proyecto, pero parece que el proyecto no convence justamente a los que suponemos lo necesitan más.¿Será que la realidad del barrio choca con la utopía propuesta y no probada por soñadores ilusos y ajenos?Hace falta un cambio hacia propuestas más realistas. Un Chávez caprichoso no le hace gracia a quienes solucionan sus problemas con la misma seriedad que aspiran ver en el gobierno; pedirles darle poder e inmunidad a un robot a las órdenes del lunático es demasiado.Franco Munini.
Yo, que no estoy de acuerdo con las políticas de Chávez, sus constantes agresiones verbales y su lenguaje ofensivo, me parece estúpido escuchar a Marta Colomina, Manuel Rosales y Alberto Ravell, entre otros "líderes", afirmando que en la oposición somos una mayoría evidente y que los chavistas no son más que una minoría que vota porque les pagan o les llevan un autobús.No sé si los chavistas serán el 40% o 60% de la población, lo único que sé es que son bastantes y que aún en el hipotético escenario de que fueran 30% (que sabemos que no es así) creo que sería una muestra bien representativa de una cantidad de gente que clama por cambios en el sistema, inclusión, reivindicaciones, seguridad, servicios, dignidad. Manteniéndome en ese escenario, creo que aún siendo una "minoría" sería una insensatez no escuchar sus ideas, pues 30% no es cualquier pendejada, estaríamos hablando de millones de personas, un tercio de la población.Así como es una estupidez mayúscula de los "líderes" opositores no asumir que hay una gran porción de venezolanos que abalan el proyecto de Chávez, es igualmente estúpido no reconocer que hay una buena tajada que se opone al mismo (o al menos a la forma en la que se pretende implementar). No sé si estos últimos serán 40%, 50% o 60%, lo único que sé y que quedó demostrado en estas últimas elecciones, es que son bastantes.Todo aquel que pretenda calificar de "mayoría aplastante" a uno u otro grupo y que, además, pretenda desconocer al contrario y decirle "minoría insignificante" aún sabiendo que son un número importante de VENEZOLANOS no es más que un soquete, un insensato que no entiende que no estamos en un país rojo o azul, blanco o negro, bueno o malo, rico o pobre, comunista o capitalista, de ultra derecha o de extrema izquierda; estamos en un país que acepta tonos intermedios, que quiere respeto y tolerancia entre dos grupos claramente definidos, con ideas y necesidades distintas que deben y pueden conjugarse hasta encontrar puntos medios donde todos estemos satisfechos y donde aportemos lo necesario para el bienestar propio y el del resto.Y no me caigo a cuentos, el chavismo ha ganado los procesos electorales más recientes, demostraron, al menos en los comicios, ser mayoría, ¿pero de verdad son una mayoría aplastante? ¿De verdad los que no simpatizamos con Chávez somos tan pocos como para ganarnos el calificativo de minoría y para que ni siquiera alguien se tome la molestia de saber cuáles son nuestras inconformidades? ¿De verdad somos un 20% como dice Chávez? ¿de verdad todos somos multimillonarios financiados por la CIA? ¿dónde quedó aquello de las tres R? Son preguntas que no deberían responderse a la ligera, no vayan a terminar pareciendo tanto o más estúpidos que Marta Colomina o Manuel Rosales, que dicen que el chavismo no pasa del 20%.Mírense en el espejo de los sectores radicales de la oposición, que incapaces de comprender el porqué de la existencia del chavismo, de reconocer los errores propios y de aceptar las cosas positivas del contrario, no pueden conquistar al electorado, porque siendo honestos aquí pocos votan por "la oposición", muchos sin embargo, lo hacemos contra Chávez.Recuerden que los Adecos, en su momento, también se denominaron "mayoría aplastante", también dominaron medios de comunicación, también excluyeron a buena parte de la población, también etiquetaron gente, también ignoraron a mucha gente, también se creyeron dueños absolutos de la razón y también lo hicieron "democráticamente" a costilla de que un grueso sector del país no tenía un líder que representara sus ideales. Reflexionen, no vayan a terminar siendo ustedes unos Adecos con franela roja.Es una reflexión que quería dejar a propósito de los resultados de las elecciones recientes y de las declaraciones del presidente y de los representantes del oficialismo.Espero que nadie se lo tome como una descalificación o como una forma de minimizar el triunfo del chavismo en la AN.Saludos a todos.
Verbo:Predecible. Allá, aquí, en todas partes. Pura propaganda. Pero no lo dudes: puertas adentro, estarán procurando hacer análisis más rigurosos.ArielVM:Un abrazo fraterno y bolivariano. ¡Aguante pueblo argentino!Anónimo del 27 de septiembre a las 22:15:Otro abrazo bolivariano.¡Uruguay de pie!Anónimo del 27 de septiembre a las 23:10:1989 es sinónimo para mí de 27 de Febrero. Allí comenzó esta historia. No te diste cuenta porque tenías los ojos puestos en Europa.Franco escribió:"¿Será que la realidad del barrio choca con la utopía propuesta y no probada por soñadores ilusos y ajenos?".Pienso que es la "maquinaria" la que choca con el barrio.Hablando de Javier: te recomiendo su artículo más reciente. Interesante análisis de los resultados y sus implicaciones.Alexis:Agradezco mucho tu participación. Tu reflexión me parece oportuna, inteligente y sobre todo honesta. Gente como tú tiene mi absoluto respeto.Este espacio está a tu disposición. Me gustaría debatir contigo.Recibe un abrazo.
Alexis tu comentario es más que necesario en estos momentos de la política nacional. Tal como lo dice Reinaldo (a quien felicito por tanta claridad en su artículo)"Tu reflexión me parece oportuna, inteligente y sobre todo honesta".