Mientras fuerzas y actores – aún minoritarios – de la oposición despliegan un discurso proto-chavista, vaciándolo de contenido, con el propósito de minar las bases electorales del chavismo, intentando captar el voto del chavismo descontento, ¿qué ha sido del chavismo originario, esa corriente política, social y cultural que se aglutinó en torno al rechazo de la vieja partidocracia, y que se hizo portavoz de las consignas en favor de la democracia participativa y protagónica?
Once años después, parece claro que el chavismo ha logrado imponer su discurso democrático-radical y proto-socialista, al punto de hacerlo hegemónico: según el estudio del Centro Gumilla sobre Valoraciones de la democracia en Venezuela, los «demócratas socialistas del siglo XXI» y los «demócratas socialistas moderados» constituyen el 64% de la población, frente a un 27% de «demócratas liberales» y un mínúsculo 9% de «autoritarios».
Entiéndase: ya no se trata simplemente de que el pueblo venezolano se inclina por la democracia, a secas, como el mejor sistema de gobierno, sino que esa misma democracia ha pasado a significar la existencia de un Estado fuerte (adiós neoliberalismo), democratización política (Estado fuerte con participación popular activa), disminución de la brecha entre ricos y pobres, políticas sociales contra la exclusión, nacionalización de las industrias básicas, límites al poder de la empresa privada, respeto a la Constitución y a los derechos humanos en general, libertad de expresión y pluralidad política (libre asociación), elecciones libres, imparciales y periódicas y amplio margen a la iniciativa económica privada.
Sin embargo, las circunstancias obligan a prevenir posibles errores de juicio: esta hegemonía del discurso democrático-socialista (en desmedro del liberal) no se traduce automáticamente en afinidad política con el chavismo: sólo el 42% de los encuestados se autodefinió como chavista. Más interesante aún: sólo el 40,3% de los «demócratas socialistas del siglo XXI» (grupo donde se concentra el chavismo) estuvo de acuerdo con que «los partidos políticos son imprescindibles en cualquier democracia» (porcentaje que contrasta abiertamente con el 88% de «demócratas liberales», el 92,8% de los «autoritarios» y el 96,9% de los «demócratas sociales moderados» que expresaron su acuerdo).
¿Resabios del profundo sentimiento anti-partido que está en el origen de la insurgencia del chavismo? ¿Índice de la valoración que hace el chavismo del partido que no sólo está llamado a aglutinarlo, sino a garantizar la continuidad del proceso bolivariano? En otras palabras, ¿el PSUV significa una ruptura con los vicios de la vieja y detestada partidocracia? ¿Qué implicaciones tiene la progresiva «partidización» del chavismo y, a contramano, la «despartidización» de al menos una parte de la oposición? ¿Qué ha sido del chavismo originario? Las preguntas están abiertas.
Si la cifra es cierta y solo el 40% de los demócratas socialistas entienden la necesidad del partido, cómo queda el PSUV? También sería legítimo preguntarse, cuántos militantes del PSUV apuestan por su partido como una organización política, como todas las derivaciones que implica el concepto.No se por cual razón, sospecho que la respuesta a esta pregunta no me va a gustar… Por cierto, si por alguna razón tiene en su poder los Estatutos y la Declaración de Principios de PSUV, le agradecería muchísimo si pudiera hacérmelos llegar… NP
Así y todo, llenos de preguntas como están, van 100 escalones delante de estas pampas sureras… En fin, parafraseando mal y rápido a Modesto Guerrero, este año será para pelearla duro. Lo mejor.
El Chavismo descontento esta ahí, sigue ahí, pero NO DISPUESTO a caer en brazos de la oposicion, del enemigo, en eso se esta clariiito. El discurso no tiene nombre y apelativo,(democracia-radical, proto-socialista), es RADICAL, SOCIALISTA. Creo que las valoraciones del Centro Gumilla, estan fuera de la realidad. ¿Disminucion de la brecha entre pobres y ricos? Esto solo se logrará<cuando de verdad los medios de producion, esten todos siendo utilizados pero de verdad, verdaita, en funcion social, y el movimiento revolucionario, esta ahí, llevando palo, pero ahí, ¡Este esta vivo!
El chavismo originario ciertamente era mas de derecha que de izquierda, luego como fueron ocurriendo los acontecimientos, las corrientes marxista leninistas y otras vertientes revolucionarias se fueron aglutinando. Sin enbargo hay que tener claro aque los pilares que soportan al capitalismo, apenas le hemos roido la coraza que lo reviste. hay que ser seguir haciendo el trabajo politico e ideologico, unica manera de elevar el nivel de conciencia y luego o a la par reivindicar al pueblo y con ello resolver los multiples problemas, que es la herencia del capitalismo.Hochiminh
NP:Las preguntas están abiertas. ¿Preliminar? El PSUV "queda" como un partido que debe intentar interpretar el significado de ese dato, intentando también evitar caer en la tentación de hacer como si no existiera.Esos documentos del PSUV puede conseguirlos aquí.Anahí:Sin duda: vale más plantearse todas estas preguntas que creer que se tienen todas las respuestas.Chucho, cámara, es cierto, el "chavismo descontento" es, antes que nada, chavismo. Pero no hay que preocuparse tanto de la posibilidad de que caiga "en brazos de la oposición", lo que tenemos que identificar son las razones del descontento.hochiminh:No estoy seguro de que eso que llamé, apresuradamente, "chavismo originario" haya sido más de derecha que de izquierda.Tampoco estoy seguro de que haya ocurrido un desplazamiento tal hacia el marxismo-leninismo, al menos en la base chavista. Por último, soy de los que piensa que es más lo que tienen que aprender los marxistas-leninistas de la base chavista, que ésta última de los marxistas-leninistas.