Ya cometieron fraude con el aviso propagandístico publicado en El Nacional el pasado sábado 7 de febrero, pretendiendo pasar una imagen fotográfica captada en Grecia, en abril de 2003, por una elocuente estampa de la represión de las fuerzas policiales venezolanas contra estudiantes opositores.
Le pregunta obvia, demasiado obvia, es la siguiente: ¿por qué no utilizar una fotografía que hubiera capturado un instante de represión policial real? La respuesta a continuación: porque no se trata de demostrar que tal represión existe, sino de influir en el target de la propaganda, de manera tal que éste perciba como real un hecho que no ha tenido a lugar. Una vez que el target está convencido de que vivimos un estado de represión generalizada, ya no es necesario demostrarle absolutamente nada.
Empléese, digamos, la célebre fotografía de Nick Ut, ganadora de un Pulitzer, que retrata el horror de la Matanza de My Lai, acompáñesele con el texto adecuado, agréguesele la infaltable referencia a la «reelección indefinida», y puedes jurar que habrá venezolanos y venezolanas convencidos de que Chávez ordenó bombardear con napalm la Lagunita Country Club y por tanto No es No.
También funciona de la siguiente manera: empléese una fotografía que hubiera retratado el efecto devastador y criminal tras el bombardeo atómico contra Hiroshima. Acompáñesele con palabras similares a éstas: «si triunfa la reelección indefinida, el hampa reinará sobre Venezuela y esto será lo que quede de tu hermoso país. No es No».
Un efecto similar es el que persigue el mismo fraudulento anunciante que ya publicó la propaganda del sábado 7 de febrero, con esta otra que aparece publicada hoy en El Nacional.
De nuevo, la apelación al recurso del carnicero amenazado – que ya
emplearan en 2007-, el humilde carnicero que es el equivalente de todos los propietarios honestos de este país, que han logrado levantar sus negocios con infinito y sostenido esfuerzo. En este caso ya no se trata del profundo rechazo que nos producirían hechos consumados – y ya sabemos que importa un pepino si estos acontecieron o no en Venezuela -, sino que es nuestro futuro inmediato el que está siendo amenazado por las oscuras fuerzas de la «reelección indefinida».
Lo que uno se pregunta es: ¿de dónde habrán sacado esta foto? ¿Será que nuestros propagandistas conocen el secreto que les permite viajar en el tiempo? ¿Será que han conocido el futuro? ¿O habrán utilizado alguna fotografía de cualquier humilde y honesto comerciante «hispano» en Estados Unidos, que se lleva las manos a la cabeza y gime de dolor, mientras presencia cómo su negocio, que logró levantar con infinito y sostenido esfuerzo, se va a la quiebra junto con buena parte de la economía estadounidense?
Lo dudo. Porque en ese caso el carnicero rogaría por el «salvataje» del Estado. Aunque, es cierto, no seamos ingenuos: de la propaganda opositora se puede esperar cualquier cosa.
en el caso de la foto griega, no es más bien de las recientes del peo con los estudiantes -estudiantes en serio- contra ese Estado de mierda, heredero de papadoupulos? De todos modos, el bojote es el mismo en ese contoneo. Ahora, el comentario venía por lo siguiente: recuerdas esa foto -también ganadore del pullitzer- del cura sosteniendo al militar herido durante el porteñazo en el 62? Que 1) si no me equivoco el milico era de los insurrectos que se encontraron en la masacre del bario La Alcantarilla y2) el cura ese no pasaba de ser un vulgar, y típico, putañero eclesial. el hecho es que esa imagen se empleó mucho tiempo en el transcurso de la lucha contra el comunismo cuando pinochet, como una imagen bandera. en fin, lo triste es que siguen siendo vulgares reediciones, como los mariquitos del movimiento estudiantil, que tienen un abuelo prominente con la mierda esa llamada Patria y Libertad. Abuelo, porque el padre-madre sabemos cuáles son.Un abrazoDiego
Epa, chamín, buena página. Yo, sin embargo, me sigo preguntando si los venezolanos somos tan güevones como pa que nos sigan engañando con estas patrañas, y, de ser así, como es que siguen manteniendo un respaldo electoral que si bien se mantiene en una media de 4 millones, votos más votos menos, no han podido superar ese tope en diez años que tienen con el mismo cuento. ¿Realmente inciden los medios en el debate público nacional? ¿Cómo es que, entonces, no han logrado desplazar a Chávez? ¿Por su destreza mediática o porque hay algo más detrás, más real, más concreto? Creo que la revolución necesita mirar hacia otros espacios que los mediáticos y concentrarse en medidas políticas de avance y sobre eso montar sus estrategias comunicacionales. Por supuesto que estamos llamados a seguir desmontando la trama de terror del discurso mediático, pero ¿hasta dónde es o no una tarea inútil? (no me refiero a ti o a mí, sino como política comunicacional del Estado. ¿Hasta cuándo VTV es una herramienta sólo para desmontar a Globovisión? ¿Hasta cuando Globovisión, que cuenta con una audiencia de 3% aproximadamente, pone contra la pared al Gobierno Nacional? ¿Qué es realmente lo que está fallando ahí? No tengo las respuestas, claro, son solo algunas reflexiones que quería compartir con vos tras leer algunas de tus cosas. Gracias por este espacio.
Diego: Qué más primo. Cómo no mi pana, el fotógrafo se llamaba Héctor Rondón Lovera. Lo que no sabía es que había sido usada por el régimen de Pinochet.Aquí la dejo.
Franco: Hace pocos días escribía algo similar por aquí. Te cuento cómo lo veo yo.1) Los medios privados sí logaron desplazar a Chávez (yo sé que tú lo sabes), o mejor dicho: el peso que hicieron fue determinante para que cayera el gobierno (11 de abril). Ahora, es cierto, también hubo un 13 de abril. El poder de los medios tiene un límite. No existe poder ilimitado.2) En mi opinión, perdemos el tiempo denunciando el «terror» mediático en abstracto. Pienso que la palabra clave es: estrategia. Lo que es preciso develar es la estrategia de los medios: a qué reglas obedece el discurso que producen, qué efectos de poder producen.3) La estrategia confrontacional, de ataque directo al gobierno (o al proceso, etc.) ya no les produce los efectos deseados. Al contrario, les resulta absolutamente contraproducente: produce el fortalecimiento del chavismo (que no hay que olvidar: es una madeja bastante diversa de tendencias y corrientes).4) A partir de algún punto, la oposición modificó su estrategia. Escribí un poco sobre eso aquí y aquí. De un tiempo a esta parte, lo central de la estrategia principal consiste en atacar la gestión de gobierno. Por primera vez la oposición estableció algún tipo de conexión con la base social del chavismo.5) Es imposible hacerle frente a una estrategia de ese tipo (en realidad, es imposible hacerlo con cualquiera) exclusivamente en el terreno comunicacional. Y sólo es posible vencerla con buen gobierno. Lo que no debería representar ningún problema irresoluble: la «revolución bolivariana» es la vía que escogió la mayoría de la sociedad venezolana para solucionar sus problemas. Por tanto, no hay buen gobierno sin profundización de la revolución.6) Es muy cuesta arriba enfrentarla si los medios públicos no le dan cabida a las críticas y demandas relacionadas con la gestión de gobierno.7) Perdemos el tiempo si nos limitamos a responder con insultos la estrategia opositora de criminalización del chavismo. Eso se llama: envilecimiento del discurso político. Perdemos el tiempo cuando los acusamos de «fascistas», pero nunca nos detenemos a explicar en qué consistiría el «fascismo» (aquí). ¿A qué estrategia obedece la comparación Chávez = Hitler (aquí)o la otra: chavismo = hampa (aquí)?8) El combate no es por la Verdad, en abstracto (ni por ningún otro abstracto). Si creemos que estamos condenados a triunfar porque encarnamos el Bien (y ellos el Mal y la Mentira), estamos condenados a la derrota. Aquí lo que hay es una lucha constante de estrategias, en la que intervienen diversos sujetos y corrientes sociales (y no sólo clases sociales), que producen y reproducen relaciones de fuerza siempre cambiantes.9) Poca gente sabe eso que dices, y que es completamente cierto: Globovisión es vista por muy poca gente. Pero ojo: funciona como caja de resonancia, produce buena parte del discurso que reproducen los medios privados (que son la inmensa mayoría). Necesitamos medios públicos que hagan muchísimo más que simplemente reproducir la palabra de Chávez. Necesitamos medios que produzcan. Medios públicos que no se limiten a decir que los medios privados son mentirosos. Por eso, insisto, lo que me parece clave es: estrategia.Bueno cámara, intenté ser breve. Un gusto tenerte por aquí.Abrazo.