Los resultados del primer boletín del Consejo Nacional Electoral (con el 95.67% de las actas transmitidas) ya circulan por la web. Se pueden revisar en la misma página del Consejo. Según éste, el chavismo triunfó en 17 gobernaciones y la oposición en tres: Zulia, Nueva Esparta y Miranda. Un par de horas más tarde, las respectivas juntas regionales electorales de Táchira y Carabobo informaron de la victoria de la oposición en estos estados, con lo que sumarían cinco. La oposición también ha triunfado en la Alcaldía Metropolitana de Caracas y en el Municipio Sucre (según ya ha anunciado la Junta Municipal Electoral). En cuanto al resto de las alcaldías, no está disponible a esta hora mayor información oficial.
El chavismo ha recuperado cuatro gobernaciones: Aragua, Guárico, Sucre y Trujillo (los cuatro gobernadores salientes resultaron electos con los votos del chavismo, pero se deslindaron luego). Perdió dos: Miranda y Táchira. Carabobo, por su parte, estaba gobernado por uno de esos personajes que integran lo que los opinólogos/encuestólogos/electorólogos llaman eufemísticamente «chavismo disidente». Ha quedado en manos de la oposición.
Según las proyecciones del Partido Socialista Unido de Venezuela, hechas públicas por Jorge Rodríguez (alcalde electo del Municipio Libertador), el chavismo podría alcanzar los 5 millones 600 mil votos, aproximadamente. Un notable avance en relación con la votación obtenida durante el pasado 2D (4 millones 379 mil 392 votos). La oposición, por su parte, y según las mismas proyecciones, alcanzaría poco más de 4 millones (contra los 4 millones 522 mil 332 de diciembre pasado).
Según estos datos – y de confirmarse tales proyecciones – no sólo parece claro que el chavismo ha resultado el gran triunfador en estas elecciones regionales. Además, ha logrado avanzar: recuperando cuatro gobernaciones bajo control del «chavismo disidente» y superando por más de un millón de votos el resultado obtenido el 2D.
Sin embargo, no es momento para triunfalismos. No sólo hemos sido incapaces de ganar la gobernación de Zulia (primer estado en importancia electoral, si exceptuamos el Distrito Capital, donde se concentra el mayor caudal de votos del país). Además, hemos perdido la Alcaldía de Maracaibo (según indican todas las fuentes). Hemos perdido Miranda (segundo estado en importancia electoral, hecha la salvedad previa). Sin disponer de la información suficiente que me permita, de momento, sustentar lo siguiente, al parecer la derrota en el Municipio Sucre ha sido determinante en el resultado obtenido en Miranda. Y tal parece que con la derrota en el Municipio Sucre, se nos ha esfumado la victoria en la Alcaldía Metropolitana de Caracas.
Tampoco es momento para el derrotismo. Pensar que se ha perdido todo con la Alcaldía Metropolitana de Caracas no sólo es un exceso. Es casi una impostura. Tanto como es una impostura desestimar esta derrota en particular, porque ganamos 17 gobernaciones.
Todos sabemos que los medios opositores no abrirán su edición de hoy anunciando que el chavismo es la principal fuerza electoral del país. Al contrario, resaltarán lo que luego los opinólogos/encuestólogos/electorólogos calificarán como una gran victoria de la oposición (como ya editorializaron en sus avances noticiosos: ver abajo).
Esto es propaganda, no información. Eso lo sabemos de sobra. Propaganda en dos direcciones: por una parte, dirigida a insuflar de ánimos a su base social; por lo otra, orientada a desmoralizar a la base social del chavismo. Y ésta es una de las claves: el chavismo no debe perder el tiempo respondiendo a esta propaganda con más propaganda. No basta, insisto, con repetir una y otra vez que hemos triunfado en 17 gobernaciones y que somos la principal fuerza política del país. Un análisis de la situación requiere sopesar avances y retrocesos.
No basta con proclamarnos la principal fuerza política del país: hay que serlo. Y es preciso, ante todo, ser una fuerza política revolucionaria. Es tiempo de aplicar la máxima de Rosa Luxemburgo: «no se llega a la táctica revolucionaria a través de la mayoría, sino a la mayoría a través de la táctica revolucionaria». Allí donde retrocedemos, está fallando la táctica revolucionaria. Partimos de una falsa premisa si consideramos que es preciso ganar todas las gobernaciones y alcaldías para impulsar un proceso revolucionario. La cuestión es a la inversa: es impulsando la revolución que se llega a la mayoría.
Por supuesto que son pertinentes las siguientes preguntas: ¿qué es, entonces, una fuerza política revolucionaria? ¿Lo es el chavismo? ¿Lo es el PSUV? ¿Qué es la táctica revolucionaria? Eso es lo que hay que discutir.
Lo importante a rescatar son tus ultimas frases: ¿qué es, entonces, una fuerza política revolucionaria? ¿Lo es el chavismo? ¿Lo es el PSUV? ¿Qué es la táctica revolucionaria?.Eso es la tarea de primer orden ahora, pero no me vayas a decir que Zulia, Nueva Esparta, Miranda, Táchira, Carabobo y aún más Municipio Sucre y Alcaldía Metropolitana de Caracas, son sólo un problema de como abordemos el tema MEDIÁTICO o que en números electorales alli no está la diferencia entre lo que somos, lo que hacemos, lo que decimos y lamentablemente en lo que hemos convertido desde los funcionarios, los muchos y divididos movimientos sociales, la derecha endógena, y los corruptos. La palabra REVOLUCION
buen postlo reproducimossaludos desde el sur!
Reinaldo: Como tu dices no da para el triunfalismo, pero es un avance. Ya subimos tu nota al Dario Vive.un abrazoguillermo
Lei tu analisis preliminar de las elecciones, y en principio no comparto tu opinion. Creo que todos los que estamos por este proceso, siendo chavistas o no, debemos analizar con cabeza fria. En primer lugar, aun es precipitado hacer un balance, falta conocer los resultados de alcaldías y diputaciones, donde a mi parecer, el gobierno va a salir peor parado, pero esperemos.En primer lugar, el gobierno retrocedio, y si bien gana la mayoria de las gobernaciones, recibe la segunda derrota politica, despues del referendo. Las gobernaciones que se «recuperan», en realidad se estan cambiando por otras que se pierden, sumamente importantes (Miranda, Carabobo y Tachira, y la alcaldia mayor).Creo que hay que verlo en dinamica, de solo 2 que tenia la oposicion, ahora tienen 5 y caracas, es decir, la derecha avanza y el chavismo retrocede, eso es lo concreto y real. Chavez baja del pedestal y se convierte en mortal, y ya esto se expreso el 2D.Hay que esperar un poco para hacer un balance mas en profundidad, pero sin duda, es la politica de colaboracion de clases del gobierno la principal responsable de lo sucedido. Creo que no es el pueblo el que pierde si no el gobierno. Hay que construir una verdadera alternativa revolucionaria camarada, este gobierno y el PSUV no lo son.SaludosMiguel Ángel Hernández
Comparto el anális de Miguel Ángel Hernández. Sólo añadiría que el peligro más inminente ahora es caer de nuevo en la consolación mediática y en la infatuación de la mediocridad del PSUV como la “maquinaría más grande, incluso más grande que los adecos, que ha existido nunca en Venezuela” (¡Qué grima!) como lo dijo el Gral. Müller. Moraleja, compórtate como un adeco y ganará Ledezma, sigue siendo un borrego irreflexivo a las órdenes del “comandante” y el chavismo pasará a la historia sin pena ni gloria.Así como no se entendió el mensaje del 2D, hay el peligro que éste del 23N tampoco se sepa leer. Quien hace este blog es una persona muy inteligente, así que debería dedicarse más a la crítica constructiva y a insistir en la correcta lectura de las cosas y menos enla justificación de lo injustificable. Saludos fraternos,Erik Del Bufalo
A la distancia, con el pudor que siempre me genera hablar de lo que conozco poco, intentaré darte una opinión.La victoria electoral del PSUV parece importante pero por debajo de las expectativas. Y me animaría a decir, por debajo de las necesidades del proceso transformador.¿Porque digo, debajo de las necesidades ?En primer lugar hay un problema grueso de contexto económico : el precio del barril de petroleo ha caído en picada y habrá menos plata para los gastos de gobierno. Un contexto donde se achicaban los ingresos por exportaciones (ocasionado por dos prolongadas sequias) favoreció la caída del primer peronista.Digo entonces: Chavez va a gobernar Venezuela recobrando la mayoría electoral, recuperando algunas gobernaciones que se le habían pasado a la derecha, y perdiendo el municipio de Caracas ( y supongo que en Venezuela ocurre como en la Argentina:” Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires”); pero en un país con otros ingresos, donde habrá que ajustar los gastos.Los resultados electorales son inamovibles. Por lo que conozco supongo que:- el PSUV con todas sus carencias es menos malo que la estructura electoral en que se apoyó Chavez en los primeros tiempos.- el proceso de elección de candidatos fue muy bueno.- hubo menos abstención, pero que todavía hay lo menos un millón de beneficiados por la politicas populares que se siguen absteniendo.Va a estar difícil, compañeros pero las respuestas siguen estando en movilizar al pueblo e incidir en las politicas de gobierno. Hacer lo contrario que hizo el gobierno peronista después del 52 ( por eso la muerte de Eva Peron es tan simbólica), que fue acentuar la verticalidad, promover la consigna “ del trabajo a casa y de casa al trabajo”, y pretender que los trabajadores paguen los costos de la crisis, manteniendo conquistas pero a cambio de “productividad”.Alli donde gobierne el chavismo hay posibilidad de, por voluntad propia o imposición popular, recuperar todo lo que se evade en corrupción y en subsidios a capitalistas que no tardaran en pasarse a la oposición.Ajustar a los ricos y a los corruptos es una idea de gobierno, pero que no solo puede ejecutar el gobierno.Mi pregunta es hasta donde penetraron la idea de cambio en las masas venezolanas, allí me parece estar la clave. Y allí me parece hay que dirigir el grueso de los esfuerzos.A mi me tocó conocer a Cuba en el 93 en el momento mas crítico del período especial. Todos los analistas sostenían que la caída de Castro era cuestión de días. Yo vi carencia, críticas y preocupación en el pueblo cubano pero en el fondo se mantenía viva la conciencia antimperialista y la vocación por tener un destino popular.Para ir concluyendo. En un artículo publicado en Darío Vive, Modonessi advierte: “ vi mas socialismo en Bolivia que en Venezuela. Y esa advertencia es un desafío para toda la militancia, como tu dices, para el chavismo popular.Resumiendo: se ganó en las urnas y poco más. El resto habra que ponerlo desde cada trinchera.Juan CorreaFPDS
Bueno pana, creo que está bien mirar las posibilidades y sacar-mantener fuerza para construirlas. Pero no minimizando nuestras derrotas y los errores que la explican. El resultado entraña una derrota dura: no creo que el chavismo tenga más votos que la oposición en estas elecciones (votaron 11 millones y el chavismo tiene 5,3 aprox); a diferencia del castigo abstencionista-chavista del referéndum hoy ocurrió (en algunas partes como Petare) un castigo chavista votoencontra que expresa el malestar de los sectores populares; y, finalmente, creo que el propio Chávez fue tocado de manera importante por esta derrota, con lo que la gente ya lo salva menos de su entorno. Las razones de esto están escritas en infinidad de artículos autocríticos en aporrea y otros espacios. Sin derrotismo, reconocer los riesgos de este resultado electoral adverso (sin desvalorar el éxito electoral en gobernaciones y alcaldías), hay que centrarnos en debatir los déficit enormes que nos habitan.Antonio González Plessmann
Anónimo de la 6:34 am:No cámara, no te voy a decir que nuestras derrotas electorales «son sólo un problema de como abordemos el tema MEDIÁTICO». De hecho, lo qe hice fue plantear la necesidad de ir más allá. Te recuerdo lo que escribí: «el chavismo no debe perder el tiempo respondiendo a esta propaganda con más propaganda. No basta, insisto, con repetir una y otra vez que hemos triunfado en 17 gobernaciones y que somos la principal fuerza política del país. Un análisis de la situación requiere sopesar avances y retrocesos».Cumpas peronistas del Cehaj:Fuerte abrazo desde acá.Guillermo:Hubo avances y retrocesos. Fuerte abrazo.Miguel Ángel:Parte de lo que tenemos que poner en discusión es la forma como leemos «lo concreto y real».Para mí, es bastante concreto que recuperamos parte importante de la votación que perdimos el pasado 2D. Es concreto que recuperamos (sin comillas) 4 gobernaciones. No es cierto que la oposición sólo tenía 2 gobernaciones. Es cierto que la derecha ganó mucho terreno en Caracas. (Te pregunto, de pasada: ¿en Miranda ganó o perdió la derecha?).Eso es lo concreto. Ahora, cosa distinta es cómo lo interpretamos. Por eso intenté ir más allá de la simple enumeración de gobernaciones perdidas o ganadas. Por eso la cita de Luxemburgo, sobre la mayoría (un concepto de mayoría que va más allá de lo cuantitativo). Tú planteas que el PSUV no es «una verdadera alternativa revolucionaria». Yo te digo que ayer, cuando fui a votar, era mi única alternativa. Tú dices que perdió el gobierno y no el pueblo. Yo te digo que perdí cuando perdió Aristóbulo y gané cuando ganó Jorge Rodríguez.Abrazo fraterno.Erik:Supongo que te toca parte de la respuesta arriba, dado que suscribiste la opinión de Miguel Ángel.Por otra parte, lo que hice aquí, precisamente, fue alertar sobre el mismo peligro que tú adviertes.Entonces, ¿cuál es la «lectura correcta de las cosas»? ¿Dónde está «la justificación de lo injustificable»?Otro abrazo.p.s. Aún no me han respondido la carta aquella.
Si yo fuera más aficionado a las matemáticas que a la política, más fanático de las elecciones que del Proceso y más fanático del chavismo que de la Revolución, estaría feliz por con los números del 22-N y estaría burlándome de Miguel Ángel y de Erik, más o menos en estos términos: «Ganamos 17 a 5 y dicen que el chavismo fue derrotado; ganamos 5.600.000 votos a 4.100.000 y dicen que el chavismo fue derrotado; sacamos 1.200.000 votos más que en el 2007» etc etc.Pero uno carga encima la manía esta de los análisis cualitativos y se encuentra con que, en realidad, TAMPOCO GANAMOS ni en Lara, ni en Guárico, ni en Sucre, ni en Mérida, ni en Vargas, y ve tú a saber en cuántos estados más. Quien se diga revolucionario y esté feliz por el triunfo de Willian Lara, Henry Falcón y el monigote que ganó en Sucre hay que meterle una patada en el culo. Y después fusilarlo. Antes que contento, yo estoy alarmado porque el sujeto más votado del evento electoral fue un hijueputa que tiene felices a las mafias de la construcción (Sambil Barquisimeto), y por eso hizo campaña prácticamente sin oposición a la vista. Todos lo quieren: los pobres porque Chávez le levantó la mano y los ricos porque los está haciendo más ricos. Y no menciono la anécdota del apoyo a Carmona porque Hernández va a «acusarme» de chavista. Digo: ¿la tarea de un revolucionario es ganar elecciones o hacer la Revolución? Si el PSUV hubiese apoyado a Graterón en Chacao, ¿habría que contabilizar «eso» como una victoria o como qué mierda?Por lo demás, hijos míos, lo que nos sale a los habitantes de Caracas y Miranda es convertir esas entidades en un gran laboratorio de resistencia y organización popular. Ahí está el aula y ahí los maestros: vivir bajo un maldito Gobierno adeco que vendrá por nosotros. Eso nos dejará un aprendizaje más duradero y noble que la mala maña de asistir a marchas a cambio de una franela roja.Por aquí es.
Juan Correa-FPDS:Gracias por venir a compartir tus impresiones a la distancia.Como ya te he comentado antes, al menos desde 2007 (es decir, luego de la holgada victoria de Chávez en 2006) el chavismo ha entrado en una fase de «normalización» política, que quiere decir algo así como: ahora entramos todos por el redil, es necesaria mucha disciplina, el que pretenda impulsar una agenda autónoma de luchas populares es un vanguardista o un ultra-izquierdista. Para decirlo con tus palabras, preocupa la tendencia a «acentuar la verticalidad».Tú dices que el chavismo popular se enfrenta a desafíos y que a pesar de lo difícil que esto resulte, «las respuestas siguen estando en movilizar al pueblo e incidir en las politicas de gobierno».Comparto contigo que por ahí va el asunto. Pienso que es clave pararnos siempre desde el nosotros: hacer análisis de la situación desde el nosotros y decidir qué vamos a hacer nosotros.No comparto con algunos de mis cámaras y amigos esta tendencia a acusar los muy evidentes signos de normalización y verticalismo, pero sin sumarle a este análisis una propuesta de acción desde el nosotros.No hay que ser muy inteligente para saber que, tal y como sucedió luego del 2D, con las derrotas que hemos sufrido en Caracas, más que análisis aflorará el malestar, y el malestar es un signo de impotencia, y a partir de la impotencia es muy jodido hacer política.Como escribía Miguel Ángel, es necesario «analizar con cabeza fría». Agregaría: evitando el catastrofismo. Anticipar la estrategia de la oposición, evaluar las intenciones de Chávez, del PSUV, y paralelo a todo esto decidir qué hacemos nosotros.Antonio:Mi pana, la intención no es minimizar nuestras derrotas. Insisto, es preciso evitar la impostura del triunfalismo. Comparto contigo que es necesario debatir nuestros déficits, pero también hay que ir pensando cómo vamos a hacer con Ledezma en la Metropolitana.
Qué pasó, elDuque:Bueno, pero había que tirarse el intro cuantitativo antes de entrar a lo otro. ¿O no?Hoy conversaba con un par de panas sobre lo de Henri Falcón en Lara: haríamos bien mal si insistimos en colocarlo como ejemplo de candidato a gobernador que supo arrasar en las elecciones, sin mencionar que una parte (¿considerable?) de sus votos provienen del antichavismo.Por lo demás, es cierto: con Ledezma lo que nos viene es el «aprendizaje» parejo. Bueno, que así sea.
La revolución debe ser desde abajo, desde las bases, crear esta conciencia que el socialismo nos libera, si participamos con nuestro pueblo, impulsamos a los consejos comunales, a la formación de consejos de trabajadores, la derecha no tiene nada que buscar, es importante trabajar en esa dirección, para que se pueda entregar el poder al pueblo. Mientras tanto, que no se entregue el sistema de salud a esas alcaldías y a esa gobernación que sea el sistema de salud público nuestro, los servicios y la organizaciones de bases.Es importante impulsar las leyes de contraloría social.Patria, Socialismo o Muerte…VenceremosEleanor D´León