Y sin embargo se mueven
Un contingente humano recorre las calles de la Caracas popular llevando a cuestas sacos, cajas o bolsas repletas de plástico, vidrio, papel o algún otro material susceptible de ser reciclado. A algunos pocos los he visto empujando carros de supermercado. En estos días de volver a disfrutar esa magnífica obra que es The Wire (2002-2008), de David Simon, he reconocido al entrañable Bubbles en ciertos rostros caraqueños. Como Bubbles, nuestros trabajadores clasificadores de desechos se mimetizan con el paisaje urbano. Pero si en el caso del personaje de ficción tal circunstancia puede considerarse una ventaja (que le permite pasar desapercibido,…